El final de la temporada futbolística no solo marca una pausa en la competición, sino que abre espacio para otros momentos significativos en la vida de las futbolistas. Este verano, algunas de las jugadoras más destacadas del panorama internacional han elegido dar un paso importante en su vida personal: el matrimonio. Estas bodas no solo han sido celebraciones íntimas, sino también actos con valor simbólico, social y cultural dentro de un deporte cada vez más visible y plural. A continuación, repasamos algunas de las bodas recientes más significativas en el fútbol femenino, desde España hasta Estados Unidos.
Amor y raíces: Alba Redondo y Cristina Monleón
El 14 de junio de 2025, Alba Redondo, delantera del Real Madrid y campeona del mundo con la selección española, contrajo matrimonio con su pareja, Cristina Monleón, en Albacete. La ceremonia tuvo lugar en la Finca Los Prados, un enclave rural de su tierra natal, y contó con la presencia de más de 200 invitados. El evento fue una combinación de tradición, estética y emociones compartidas.
Entre los detalles destacados, se encontraban los vestidos diseñados por la firma catalana Immaclé, conocidos por su estilo bohemio y romántico. También se utilizaron coches clásicos para el desplazamiento de los novios, fuegos artificiales durante la noche y actuaciones musicales en vivo que animaron una velada pensada al detalle. Más allá de lo visual, la boda de Redondo y Monleón es significativa por lo que representa: la celebración pública del amor entre dos mujeres en un contexto deportivo históricamente marcado por el silencio respecto a la diversidad sexual.
La historia de la pareja se hizo especialmente visible cuando Cristina le propuso matrimonio a Alba durante un homenaje en el estadio del Levante, en 2024. Aquella pedida, presenciada por la afición y compañeras de equipo, fue un preludio de la ceremonia que terminó por consolidarse como uno de los eventos más seguidos y celebrados del verano deportivo español.
Visibilidad y comunidad: Lola Gallardo y Cristina Vicente
Tan solo dos días después, el 16 de junio de 2025, fue el turno de Lola Gallardo, portera del Atlético de Madrid, quien contrajo matrimonio con Cristina Vicente en Sevilla. La boda tuvo un carácter distinto, más centrado en el reencuentro de figuras clave del fútbol femenino español. Entre las asistentes se encontraban Alexia Putellas, Irene Paredes, Mariona Caldentey, Misa Rodríguez y Jenni Hermoso, según se pudo observar en publicaciones en redes sociales.
El evento sirvió también como reflejo de la estrecha red de relaciones personales y profesionales que se han tejido en torno al fútbol femenino español. La elección de Sevilla como escenario no fue casual: es la ciudad natal de Gallardo, y representó una conexión directa con sus orígenes y su entorno cercano.
Más allá de lo personal, esta boda ha sido interpretada como una muestra del crecimiento del deporte y del cambio cultural que lo acompaña. Donde antes había silencio o reserva, ahora hay apertura y orgullo. Las imágenes de la ceremonia circularon ampliamente en redes, generando conversaciones positivas sobre representación y normalización de la diversidad en el deporte.
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Nuevos comienzos: Laia Aleixandri y Moisés Trillo
El 15 de junio de 2025, Laia Aleixandri, defensa internacional y exjugadora del Manchester City, se casó con Moisés Trillo, excoordinador del proyecto BePlayer. La ceremonia se celebró en un ambiente más íntimo y relajado, sin grandes medios de comunicación ni cobertura oficial, pero sí con una narrativa significativa por el momento vital en que se produjo.
Poco después de la boda, se confirmó el fichaje de Aleixandri por el FC Barcelona, lo que supone su regreso a España y un nuevo ciclo profesional. El matrimonio se convirtió así en una bisagra entre dos etapas, personal y deportiva. A nivel simbólico, el evento estuvo marcado por las camisetas conmemorativas con la inscripción “Moi & Laia”, que portaron algunos de los asistentes y que reforzaron el carácter desenfadado de la celebración.
Entre los invitados destacaron amistades personales y colegas como Lucy Bronze, lo que reafirma los lazos de compañerismo que traspasan las fronteras de clubes y ligas. Esta boda también visibiliza otra forma de entender la conciliación entre la vida personal y la profesional, en un contexto de alta exigencia y movilidad.
Complicidad histórica: Vicky Losada y Emma Byrne
Aunque se celebró en junio de 2023, la boda entre Vicky Losada y Emma Byrne mantiene su relevancia en el contexto de las bodas más significativas del fútbol femenino reciente. Ambas exjugadoras compartieron vestuario en el Arsenal y desarrollaron una relación que fue creciendo con el tiempo. Su unión representa una historia de complicidad, trayectoria compartida y visibilidad desde un lugar pionero.
Vicky Losada, exjugadora del FC Barcelona y de la selección española, ha sido una figura clave en el crecimiento del fútbol femenino en España. Emma Byrne, por su parte, es una de las referentes del fútbol irlandés. La boda fue recogida por medios tanto deportivos como de lifestyle, mostrando un enfoque respetuoso y cercano a una historia con fuerte carga simbólica.
Sin ostentaciones ni lujos excesivos, la ceremonia fue valorada por su autenticidad y por su contribución a la visibilización del colectivo LGTBIQ+ en el deporte profesional. Ambas han defendido públicamente la importancia de ser referentes en este ámbito, y su matrimonio ha sido un paso más en esa dirección.
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Estabilidad y familia: Alex Morgan y Servando Carrasco
Desde el otro lado del Atlántico, la historia de Alex Morgan y Servando Carrasco aporta otra dimensión a la vida personal en el deporte de élite. Casados desde el 31 de diciembre de 2014, su relación se ha mantenido sólida a lo largo del tiempo, a pesar de las exigencias deportivas de ambos. Morgan, una de las figuras más reconocidas del fútbol femenino mundial, y Carrasco, también futbolista profesional, han consolidado una vida familiar ejemplar dentro del deporte.
La pareja tiene dos hijos: Charlie Elena, nacida en 2020, y Enzo Michael, que llegó al mundo en marzo de 2025. Su historia es un ejemplo de planificación, respeto mutuo y conciliación profesional, en un entorno que no siempre facilita el desarrollo equilibrado de la vida familiar.
Morgan ha continuado compitiendo al máximo nivel tras su maternidad, y lo ha hecho con el respaldo de un entorno familiar fuerte y organizado. Esta realidad contrasta con las dificultades que muchas deportistas enfrentan cuando deciden ser madres, lo que convierte a su familia en un modelo observado dentro y fuera del fútbol.
Reflexión final: el amor como parte del juego
La visibilidad de estas bodas no responde únicamente al interés mediático. Representan un cambio estructural en la forma en que se concibe la vida personal dentro del deporte profesional. Ya no se trata solo de goles, títulos o estadísticas. También se valora la autenticidad, la diversidad, el respeto y la libertad de cada jugadora para vivir su vida plenamente.
Cada boda mencionada en este artículo es distinta: algunas son celebraciones multitudinarias, otros eventos íntimos; algunas tienen un componente simbólico de lucha por la visibilidad, otras expresan continuidad o estabilidad. Pero todas comparten un denominador común: son decisiones tomadas desde la libertad, en un contexto cada vez más receptivo.
El fútbol femenino sigue creciendo en calidad y seguimiento, pero también en humanidad. Y esas historias que antes quedaban al margen, hoy forman parte del relato. Porque del césped al altar, también se juega y se gana.