Existen muchas estrategias para jugar a la ruleta, pero ninguna ha conseguido la popularidad del sistema Martingala. Arriesgado para muchos, ambicioso para otros, este método se ha extendido por todo el mundo, ofreciendo a los jugadores una opción de juego que no deja a nadie indiferente.
Se trata de un método progresivo en el que se dobla la apuesta cada vez que se pierde, para recuperar esas pérdidas. Es una situación que conlleva muchos riesgos, ya que esto puede llevar al jugador a perder rápidamente su bankroll. Sin embargo, el sistema se ha popularizado gracias a que a muchos usuarios les ha resultado efectivo en determinadas ocasiones.
Por eso hoy vamos a analizar a fondo cómo funciona la Martingala en ruleta, valorando los riesgos y las posibles virtudes de este sistema.
Qué es y cómo funciona el sistema Martingale
Es probable que, aunque no lleves mucho jugando a la ruleta, el nombre de Martingala o Martingale te suene bastante. Y es que esta es seguramente la estrategia más popular dentro de este juego de azar. Pero, ¿significa eso que es la mejor para aumentar las probabilidades de ganar? Eso es algo muy controvertido.
De hecho, muchos piensan incluso que el sistema Martingala forma parte de las jugadas prohibidas en la ruleta, algo que, por otra parte, no es cierto. Es un método que cualquier jugador puede utilizar, aunque eso sí, siendo consciente de los riesgos que conlleva.
Origen de la Martingala en ruleta
Como muchos otros sistemas de ruleta, la Martingale surgió en la Francia del siglo XVIII, una época en la que se popularizaron los salones de juego. Aquellos primeros casinos eran un hervidero de nuevos ricos tratando de ganar mucho dinero en los famosos juegos de azar, y el favorito de todos era la ruleta. Por eso no tardaron en crearse sistemas que prometían ganancias seguras, aunque la realidad luego era muy diferente.
Su origen concreto parece encontrarse en la localidad de Martigués, cerca de Marsella, y lo cierto es que resulta muy curioso. Se dice que los habitantes de esa localidad eran bastante ingenuos, y que solían perder en los juegos de azar por intentar llevar a cabo supuestas estrategias infalibles. Así, se designó como sistema Martingala a este método por ser aparentemente uno de los favoritos de aquellos ingenuos jugadores.
Y es que uno de los puntos clave de este sistema es prometer ganancias grandes, pero sostenerse en una progresión que puede llevar a la ruina de forma muy rápida.
Cómo funciona la estrategia Martingala
A pesar de ser tan controvertida, esta estrategia ha llegado a nuestros días con una enorme popularidad, fruto de haber sido escogida por muchos jugadores. Los expertos alertan sobre sus grandes riesgos, pero aun así, muchos también aseguran haber ganado con ella. ¿Quién tiene razón?
Lo cierto es que parte de esa popularidad se debe también a lo sencillo que es implementar este método en el juego. Se basa en un concepto muy simple: doblar nuestra apuesta cada vez que perdamos, para así recuperar las pérdidas rápidamente. Suena fácil, pero a poco que uno lo ponga en práctica, se dará cuenta de que hay riesgos evidentes en el sistema.
Para explicar cómo funciona el sistema Martingala en ruleta vamos a usar un ejemplo sencillo con el paso a paso para usarla en una partida:
- Elige una ruleta donde jugar, preferiblemente la versión francesa o europea, que cuentan con una ventaja de la casa más limitada que la versión americana.
- Apuesta una cantidad base acorde a tu presupuesto, por ejemplo, 10 euros, en cualquiera de las apuestas que se pagan a dinero par. En este caso, vamos a escoger la apuesta exterior a negro.
- La ruleta gira y la apuesta resulta ganadora. Mantenemos la apuesta, y ponemos otros 10 euros a negro de nuevo.
- En esta ocasión perdemos, y es aquí donde la estrategia Martingale se hace efectiva. Para recuperar esa pérdida, apostamos 20 euros, doblando la cantidad anterior.
- Tenemos mala suerte y volvemos a perder la apuesta. Para recuperarnos, volvemos a doblar la apuesta, y ahora apostamos 40 euros.
- Por fin ganamos de nuevo, y gracias a esta victoria recuperamos las pérdidas anteriores. Volvemos a comenzar con el sistema, apostando la cantidad base de 10 euros.
- Un punto importante tanto en esta como en otras estrategias como la Fibonacci es realizar siempre apuestas a dinero par. Son aquellas en las que hay un 50% de posibilidad de ganar o perder, como par o impar y rojo o negro. De esta forma, el sistema está equilibrado a la probabilidad, y una de las claves de la Martingala es que siempre se confía en ganar, antes o después, por pura estadística.
Riesgos de usar la Martingala en ruleta
Si estás empezando en la ruleta, usar una estrategia para tus sesiones de juego es una de las mejores ideas que puedes tener. Y es que al final, estos sistemas te ayudan a ser más disciplinado en el juego, a no andar perdido a base de corazonadas y a controlar mejor tu presupuesto.
Sin embargo, también debes tener muy en cuenta que las estrategias no son infalibles, y nunca pueden prometer ganancias aseguradas. En los casinos siempre existe una ventaja de la casa, que hará que el operador gane a largo plazo frente al jugador. Pretender obviar esa ventaja es algo bastante ingenuo, y lo peor es intentar recuperar pérdidas, que es justo como funciona el sistema Martingale.
El principal riesgo al que se enfrenta el jugador que usa este sistema es precisamente agotar su presupuesto rápidamente. Al ser una sucesión progresiva, el monto de las apuestas crecerá exponencialmente, no de manera lineal. Esto significa que si tienes una mala racha de cuatro o cinco derrotas (algo perfectamente posible en la ruleta), tu presupuesto puede evaporarse intentando recuperar unas pérdidas que serán cada vez mayores.
Por poner un ejemplo sencillo, si jugamos con un bankroll de 100 y una apuesta inicial de 10, en apenas cuatro partidas podemos perder todo nuestro presupuesto. Con una mala racha de cuatro partidas perdidas, la apuesta inicial debe colocarse ya en 80, una cantidad que no tendríamos en ese momento.
Racha de derrotas y ventaja de la casa
La Martingala en ruleta se basa en un precepto que es tan obvio como engañoso: no vamos a perder siempre. En algún momento la suerte estará de nuestro lado y terminamos ganando, por lo que hay que recuperar todo lo que hayamos perdido en esa partida. La manera de hacerlo es doblar la apuesta de forma progresiva cada vez que perdamos. Siendo esto correcto, la realidad es que las malas rachas existen, y la probabilidad de ganar o perder una partida es independiente al resultado que hayamos obtenido anteriormente. Tres derrotas no aseguran una victoria a continuación.
Por si fuera poco, la probabilidad de ganar tampoco es del 50%, porque hay que contar con la ventaja de la casa. En la ruleta europea y francesa, esa ventaja está más limitada, en torno al 2,5%. Sin embargo, supone ya un factor desequilibrante a favor del casino, y por supuesto, echa por tierra los cálculos de probabilidades del sistema Martingala sobre el papel. Al no eliminarse esa ventaja, la estrategia se vuelve aún más arriesgada, especialmente si no tenemos un gran presupuesto.
Cuándo usar la estrategia Martingala
Hemos comprobado que este sistema conlleva riesgos bastante importantes, y puede resultar fatal, sobre todo si no tenemos mucho presupuesto. ¿Significa esto que no deberíamos usarla nunca? No hay que llegar a ese extremo, ya que si ha llegado hasta nuestros días con tanta popularidad es por algo.
Podemos usar la Martingale en ruleta teniendo en cuenta el contexto, nuestra forma de juego y nuestro presupuesto. Para ello, lo mejor es seguir estos consejos:
- Contar con un presupuesto amplio: esta es la clave real para poder llevar a cabo la Martingala en nuestras partidas de ruleta. Si tenemos un bankroll suficiente, esta estrategia nos puede servir, sobre todo al principio de las sesiones de juego. Lo importante es, igualmente, saber limitar ese presupuesto y no sobrepasarlo nunca, incluso cuando hemos tenido pérdidas.
- Ajustar la apuesta base: si la cantidad base que apostamos es relativamente baja, la gestión del bankroll puede llegar a ser más sencilla. El mismo presupuesto de 100 euros da para manos si la apuesta base es de 1 euro en lugar de ser de 10, por ejemplo.
- Saber retirarse a tiempo: este pensamiento va un poco en contra al propio concepto del sistema Martingala, pero hemos de saber cuándo dejarlo. Si vemos que hemos perdido varias veces y nuestro bankroll se resiente, lo mejor es salir de la partida. Recuperar las pérdidas a toda costa puede llevarnos a situaciones muy complicadas.
- Combinar con otras estrategias: escoger la Martingala en un momento dado no significa ceñirnos a ella para siempre, ni mucho menos. La puedes combinar con otros sistemas, como el de apuesta plana, que suelen ser más conservadores y conllevan menos riesgos.
Como conclusión, podemos decir que el sistema Martingala es apropiado sólo para ciertos jugadores, y en un determinado contexto. Tomando esas consideraciones previas, esta estrategia puede generar buenas ganancias, pero hemos de entender que el sistema puede resultar demasiado arriesgado en la mayoría de ocasiones. A pesar de su popularidad, la estrategia Martingala conlleva unos riesgos considerables para jugadores que están empezando. Es por ello que debemos compararla con otros sistemas de juego y escoger el que más se adecúe a nuestra forma de jugar, nuestro presupuesto y nuestras expectativas.
